dissabte, 23 de juliol del 2011

Lucien Freud


Nos llega la triste noticia de la muerte del pintor Lucien Freud en Londres a la edad de 88 años.
Lo descubrí en 1984 en una antología de arte moderno de la editorial Blume que aún conservo. Y durante mucho tiempo, sólo conocí el dato biográfico de su parentesco con el padre del psicoanálisis y la reproducción de una obra que mostraba a su madre en un viejo sillón, con una mujer desnuda, postrada en un camastro, a sus espaldas.
El invierno de 1987, en Nueva York, vi las primeras obras en directo. Luego llegaron sus grandes antologías en el Reina Sofía (1994) y en CaixaForum (2002), con presencia en varias colectivas importantes, como la maravillosa From London en la Pedrera (1996).
Actualmente es un autor muy popular, y todo los diarios hablan de su pasión por la carne y los paralelismo evidentes con su famoso abuelo.
Independientemente de la opinión que tengamos sobre él (su exsuegro decía que era un liante que pintaba condenadamente bien) se trata de un artista de una enorme fuerza que jamás nos deja indiferentes. Un pintor acostumbrado a nadar a contracorriente sin preocuparse por nada que no sea la sinceridad de su obra.
Un genio que cuestiona los conceptos milenarios de la belleza y del buen gusto.