¿Es justo considerar que algo es horrible sólo porque no nos gusta? ¡Sí! de lo contrario caeríamos en el paternalismo y en lo políticamente correcto, y de ese pasteleo ya tenemos bastante en la vida cultural del país. Pero sin llegar a la sangre y al elitismo, que esos profesionales (ambos coinciden en estar altamente resentidos) también abundan por estos pagos.
Dejemos la cosa en el papanatismo, esto es, la multitud que le sigue la corriente al rey desnudo, alabando su buen gusto en el vestir.
Si no ¿cómo podemos explicarnos que existan edificios tan... papanatas como éste? ¿Es que detrás no hubo un arquitecto titulado y un promotor millonario?
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Carrer València, entre Sicilia i Diagonal.